Eliminar pinturas y barnices al aceite y sintéticos
Sobre metal es más fácil que sobre madera, y sobre ambos soportes se recurre a:
Medios mecánicos: lijado, acuchillado, soplado con arena, granallado.
Quemado con llama: quemado con candileja, lamparilla o soplete; este proceso no sirve cuando la madera quiera ser barnizada en su color natural.
Ataque químico por sosa caústica: este producto químico saponifica las moléculas de aceite que componen estas pinturas, las ablanda y destruye parcialmente, facilitando su rascado posterior.
Presenta el inconveniente de alterar el color de la madera. Es necesario lavar abundantemente la superficie rascada, para quitar hasta el último residuo de sosa, pues será causa de ampollamientos posteriores.
En su manejo debe ponerse especial cuidado en protegerse la piel y los ojos.
Este procedimiento es utilizado industrialmente cuando hay que tratar series de piezas de acero, pudiendo hacerlo por inmersión en un tanque con sosa caliente. No debe emplearse cuando las piezas son de aluminio y sus aleaciones, pues el metal se ataca por este producto químico.
Decapantes técnicos: que, formulados a base de disolventes especiales, junto con ciertos aditivos, ablandan y desprenden las capas de pintura sin atacar o alterar al soporte.